Por estudiococinasdc
Publicado el día 06 octubre 2023
La incorporación de cocinas en espacios abiertos junto al salón se ha vuelto una tendencia en constante crecimiento en el mundo del diseño de interiores, y esta popularidad está justificada por diversas razones. La apuesta por integrar la cocina en el área de estar ha provocado una auténtica revolución en la concepción de nuestros hogares y ha modificado la forma en que experimentamos la vida en ellos.
La esencia de esta tendencia radica en la eliminación de las tradicionales barreras físicas que solían separar la cocina del salón, lo que da lugar a un ambiente continuo y fluido que aporta numerosas ventajas y beneficios notables.
Integrar la cocina al salón hace que la sensación de amplitud sea notable. No es casualidad que la cocina se haya erigido como uno de los puntos de reunión más cruciales del hogar, considerándola prácticamente como una extensión del salón. Este espacio adquiere un papel fundamental en la zona de estar y, si las dimensiones son limitadas o el estilo de vida de los habitantes lo permite, la posibilidad de integrarla al salón brinda una serie de ventajas significativas.
Optar por la integración de la cocina en el salón es una elección que refleja nuestra preferencia por espacios más amplios y luminosos. La unión del salón, la cocina y el comedor constituye una solución distributiva que potencia al máximo tanto el espacio como la entrada de luz natural. Además, esta opción se caracteriza por ser más contemporánea y atractiva en comparación con la clásica separación entre la cocina y el salón.
Realizar una apertura en la pared que divide la cocina del comedor es una alternativa que conserva la autonomía de ambas áreas y facilita la entrada de luz natural adicional procedente del salón.
La isla de cocina se ha convertido en una solución de diseño popular para separar la cocina del salón de una manera funcional y estilizada. Esta versátil pieza de mobiliario no solo proporciona un espacio adicional de trabajo y almacenamiento en la cocina, sino que también actúa como un elemento de división elegante entre estos dos espacios clave del hogar.
La isla crea una frontera visual sutil pero efectiva que delimita las áreas de la cocina y el salón, sin cerrar completamente el espacio. Esto permite mantener una sensación de conexión y fluidez entre las dos zonas, al tiempo que proporciona una separación física.
Contar con un espacio completamente integrado, pero con la flexibilidad de dividirlo según sea necesario, es una estrategia que hemos abordado mediante la creación de puertas correderas diseñadas para fundirse en el escenario abierto y aparecer cuando se requiera separar ambos espacios. En este contexto, recomendamos encarecidamente la elección de puertas correderas de cristal. Este enfoque resulta excepcional para la integración de la cocina en el salón, ya que garantiza la independencia de ambas áreas, permite que la luz del salón fluya hacia la cocina y crea una mayor sensación de amplitud en el conjunto.
Si tienes en mente un cambio en tu cocina, te invitamos a visitarnos en nuestros estudios para un mayor asesoramiento.