Por Jesús González
Publicado el día 29 abril 2021
El diseño de una cocina es muy importante, pues de él dependen cosas tan fundamentales como la forma en que nos movamos por ella o cómo la vivamos y disfrutemos. De hecho, los cambios que introduzcamos en un espacio como este deben centrarse también en dichos aspectos, es decir, en cómo ser capaces de mejorar su funcionalidad, su estética, su nivel de sostenibilidad y eficiencia…etc. No debemos olvidar que la cocina es el corazón de una casa y el núcleo de nuestros mejores momentos y reuniones, por lo que dar con un buen diseño de cocina no solo no será algo sin importancia, sino que puede ser una gran inversión en calidad de vida.
Sin embargo, dar con el diseño de cocina adecuado no es algo siempre sencillo para alguien inexperto, por lo que es muy recomendable consultar con profesionales, capaces de hacerte ver cuáles son las necesidades y qué es lo que se puede aplicar según el espacio y las especificaciones del mismo, así como según el estilo y el presupuesto.
Cualquiera que haya cocinado alguna vez sabrá muy bien que cocinar requiere de amplios espacios por los que poder trabajar y moverse libremente. Por lo tanto, un buen diseño de cocina debe proporcionar ese espacio suficiente, capaz de albergar al menos a dos personas a la vez sin que esto suponga un problema de movimientos. Esto puede no ser fácil en cocinas estrechas, muy habituales en los pisos de las grandes ciudades, por lo que una muy buena idea en estos casos puede ser la de contemplar la posibilidad de derribar paredes, con el objetivo de crear cocinas abiertas al salón. También se pueden crear separaciones de espacios con muros de cristal o puertas de vidrio, lo que además permitirá pasar la luz de unas zonas a otras y crear una agradable sensación de mayor espacio y comodidad.
Un buen diseño de cocina no debe olvidarse nunca del mejor almacenamiento, dando una ubicación adecuada a todos esos utensilios necesarios en el día a día, y a todos los alimentos y bebidas que se suelen guardar en una buena despensa. Por eso el diseño debe tener siempre presente la existencia de muebles con puertas y/o cajones, con suficiente espacio para una buena organización, lo que puede garantizarse también con accesorios extraíbles, especialmente en las esquinas. Cuando sea necesario aprovechar el espacio al máximo por una menor cantidad de metros disponibles, también pueden diseñarse gabinetes que vayan de suelo a techo, maximizando así la utilidad de la cocina. Y es que, probablemente, este sea uno de los puntos ineludibles en un buen diseño de cocina, pues el almacenamiento es lo que termina haciendo de este espacio de la casa un lugar práctico y funcional, mucho más allá de la estética aunque puedan (y deban) combinarse.
Pero a veces en una cocina no todo es tener sitio donde guardar las cosas, ya que también es necesario tener espacio limpio y vacío, disponible para ese momento de ponerse con las manos en la masa y preparar una buena comida o unos deliciosos cafés. Por eso un buen diseño de cocina debe tener zonas determinadas situadas en la encimera para diferentes funciones, como picar y cortar carnes, verduras, o aderezar con especias y salsas o preparar unos sanos smoothies. Este punto es muy importante, pues evitará que nos cansemos más de lo necesario o que nos estresemos por no poder hacer las cosas adecuadamente y con tranquilidad. Así que, no dudes a la hora de planificar el diseño de tu cocina el dedicar el presupuesto necesario a la encimera, que deberá ser lo más grande y multifuncional posible, pues será la zona en la que se ubicarán la mayoría de las tareas.
Resulta evidente que utilizar buenos materiales en una cocina hará que esta sea mucho más valiosa y perdurable en el tiempo, aunque no todos los buenos materiales son recomendables para cualquier tipo de propósito o función. Por ejemplo, una encimera de madera siempre será mucho más sufrida y frágil que una de granito o de porcelana aunque sea un material noble, pero la elección de unos materiales u otros irá íntimamente unida al dinero que se vaya a invertir, queramos o no. Esto hace que sea muy importante, a la hora de dar con un buen diseño de cocina, el contar con la opinión y el trabajo de un profesional, pues será el más adecuado para elegir los mejores materiales para tu cocina acordes con la frecuencia de uso, con el estilo o con el presupuesto estipulado.
El diseño, aunque no lo parezca, juega un papel también muy importante en las horas que pasemos en ella dedicadas a su mantenimiento y limpieza. Es decir, que una cocina puede ser absolutamente preciosa, pero si requiere que dediquemos horas y horas casi a diario a mantenerla perfecta, no habrá sido una cocina bien diseñada en su totalidad. Una cocina mal diseñada puede hacer que la grasa, el humo, la suciedad o la humedad se acumulen fácilmente haciendo que con el tiempo todo se afee. Del mismo modo, el diseño debe tener muy en cuenta el espacio y la facilidad de acceso a cualquier rincón, pues que existan zonas difíciles de alcanzar o poco accesibles, terminará provocando que la cocina no esté ordenada o que siempre haya algún tipo de suciedad.
Una cocina bien diseñada y eficaz debe tener una fuente suficiente de iluminación. Primero, deberá incluir iluminación básica para dar luz a todo el espacio (para lo que contarán tanto las fuentes de luz natural como un punto superior central de luz artificial); segundo, deberá incluir iluminación de trabajo, lo que puede conseguirse muy bien con tiras de luz LED encastradas en los bajo muebles; tercero, deberá tener también iluminación de acento, o lo que es lo mismo, puntos de luz que resulten útiles para resaltar determinadas características de diseño de la cocina, realzar su elegancia, o destacar zonas tan importantes como el office o una gran vitrina en la que se guarden las piezas más especiales de la vajilla. No olvides, en cualquier caso, que la iluminación tienen una forma única de transformar y de dar utilidad a los espacios.
Muchas cocinas se diseñan únicamente para ser prácticas, renunciando a otros puntos tan interesantes del diseño como la elección de unos colores adecuados a cada estilo o unos detalles que impacten. En este sentido, un buen diseño no solo tendrá en cuenta el estilo del cliente, sino también su modo de vida, el uso que hará de la cocina o las dimensiones del espacio a la hora de elegir el color. Evitar lo estándar será muy importante en un buen diseño de cocinas, lo que puede significar añadir colores que contrasten, o matices brillantes y vibrantes, estantes abiertos, vitrinas, materiales nobles… Por ejemplo, un toque de distinción importante puede encontrarse en una buena elección de encimera, creando también un salpicadero a juego que cree efecto de continuación y una gran dosis de elegancia al espacio, lo que puede conseguirse con materiales como el cuarzo o la porcelana.
Los electrodomésticos viejos no solo son grandes y suponen un gran gasto energético, sino que también son poco eficientes y suelen suponer una gran subida de la factura de la luz. Así que, si vas a realizar algún cambio en tu cocina o estás planificando la primera que vas a tener, no dudes en dedicar una parte del presupuesto a electrodomésticos de última generación, pues no solo supondrán un buen ahorro sino también una apuesta por proteger el medio ambiente. Por otra parte, los fregaderos y los accesorios también son una parte importante del diseño y de funcionalidad de tu cocina, por lo que no dudes en buscar opciones y modelos actualizados, como los grifos con sensor, las luces regulables o las tomas de enchufes inteligentes.
La evolución en el mundo del diseño de cocinas ha ido siempre en función de las preferencias estéticas y sociales de cada momento, lo que se ha ido acompañando, además, de demandas particulares y de eficiencias y mejoras tecnológicas cada vez más dirigidas al aumento de nuestro bienestar y pensadas para dar soluciones a esa mayor concienciación por el uso de las energías y el ciclo de vida de los materiales y del medioambiente. Es decir, que el diseño se transforma continuamente y se moderniza en busca de nuestros nuevos estilos de vida y de nuestros deseos y anhelos, y por eso no hay una única regla de diseño para cocinas, aunque sí ciertas claves que definirán si se ha hecho un buen diseño o no del espacio:
Avances tecnológicos como los nuevos sistemas de ventilación, de aislamiento, de calefacción o de refrigeración, han permitido que las cocinas ya no tengan que ser esos espacios arrinconados y olvidados de la casa, sino todo lo contrario. Ahora muchas cocinas ya se crean para ser el centro de atención de todo un hogar, procurando que sean muy prácticas y funcionales, además de bonitas.
El hecho de que las cocinas ya no sean espacios exclusivos de la misma persona y de los mismos roles, hace que circulen por ella todos los miembros de una casa, lo que precisa cocinas más amplias y mejor organizadas, capaces de ofrecer espacios para diferentes funciones y momentos del día, y no solo para cocinar o comer. Estas nuevas necesidades hacen que se requiera de diseños mucho más pensados y precisos, tanto estética como funcionalmente, en los proyectos de construcción y rehabilitación de viviendas.
El futuro de la cocina está unido inequívocamente a la tecnología y a la red, por eso los nuevos diseños de cocinas ya incorporan la conectividad inteligente de diversas formas, haciendo que las personas puedan ahorrar tiempo, además de dinero, planificando mucho mejor cada tarea. Los hornos inteligentes, por ejemplo, nos permiten cosas tan interesantes como incorporar o seleccionar recetas o incluso regular la temperatura a distancia. ¿Sabías también que ya puedes incluso tener encimeras interactivas o ver lo que hay dentro de tu nevera y pensar qué quieres sacar sin necesidad de abrirla y gastar energía?
En la actualidad las personas cada vez estamos más concienciadas con la importancia de cuidar la salud y la alimentación, y esto es algo que no ha pasado por alto el mundo del diseño de cocinas. Por eso las cocinas del futuro promueven estilos de vida más saludables, algo que el diseño ha sabido captar a la perfección con entornos capaces también de alimentar nuestro estado emocional, además del físico, es decir, multifuncionales. Para ello son muy importantes aspectos como la iluminación, la ventilación, el reciclaje, la conectividad o los huertos domésticos de interior que ya forman parte de la realidad de muchas cocinas. No olvidemos que las cocinas de hoy en día ya no son solo para cocinar y comer, sino también espacios de reunión, de teletrabajo y oficina, de manualidades o de tareas escolares. Cocinas, en definitiva, hechas para ser vividas.