Por estudiococinasdc
Publicado el día 06 julio 2017
Casi la mitad del consumo medio de electricidad en los hogares se debe a los electrodomésticos. Esto no solo supone una carga para el medio ambiente, sino también para el bolsillo, debido al incremento del coste de la energía.
Gracias al uso de electrodomésticos nuevos y de bajo consumo podrá ahorrar dinero durante toda la vida útil del aparato. Por eso, a la hora de comprar un nuevo electrodoméstico, es necesario prestar atención a unos valores de consumo de electricidad y de agua bajos.
Cocine con tapa y con poca agua
Con el uso racional de agua a la hora de hervir pasta, arroz, patatas o verdura se reduce el tiempo de cocción. La tapa mantiene el calor dentro de la cacerola y permite un considerable ahorro de electricidad.
Utilice el tamaño de cacerola adecuado
Si no se utiliza una placa de inducción, cada centímetro que no se usa debido a que la cacerola es más pequeña que la placa, conlleva un consumo extra del 20 al 30 %.
Utilice la nueva tecnología de inducción
Las placas de inducción sólo generan calor donde hace falta, es decir, en el fondo de la cacerola. Calientan el agua un 30 % más rápido que las placas de vitrocerámica. Además, la placa de inducción prácticamente no se calienta por lo que los restos de comida ya no se quedan pegados. Esto permite ahorrar un 50 % de energía y mucho tiempo.
Cocine y hornee con calor residual
Aproveche el calor residual. Al alcanzar la temperatura del horno, apague el aparato antes de tiempo. La pasta también se cuece al dente si se calienta con agua y sólo se hierve brevemente, en vez de hacerla hervir a fuego medio de cinco a diez minutos.
No abra el horno cuando está en marcha el aire de circulación
Desconecte el horno si desea abrirlo para inspeccionar. De este modo sale menos aire caliente al exterior. Unos programas de asado y horneado inteligentes con gestión optimizada del calor permiten que los alimentos se hagan perfectamente sin tener que abrir el horno varias veces para inspeccionar. Un mejor aislamiento y los acristalamientos especiales reducen el consumo de energía considerablemente y previenen quemaduras con el cristal frontal caliente.
Use cuidadosamente frigoríficos y congeladores
Abra solo brevemente para que la temperatura no ascienda demasiado y se forme menos hielo. La descongelación periódica también permite ahorrar electricidad. Los aparatos nuevos están mucho mejor aislados y apenas pierden temperatura cuando están cerrados, por lo que la refrigeración debe activarse con menos frecuencia. Con la tecnología No Frost se puede prescindir de la pesada tarea de descongelar y retirar el hielo de la nevera. Se mantiene siempre todo el potencial de ahorro energético. Además, los nuevos aparatos ofrecen múltiples posibilidades de refrigerar de manera óptima los alimentos y mantenerlos frescos hasta tres veces más tiempo. Si bien no supone un ahorro de electricidad, sí se nota en el bolsillo y además es sano.
Utilice el lavaplatos sin miedo a perjudicar el medio ambiente
Además del consumo de electricidad, el gasto de agua y de aguas residuales en los lavaplatos es también decisivo. Conviene poner el lavaplatos sólo cuando está lleno. Los aparatos más nuevos ofrecen programas especiales con la posibilidad de lavar también a media carga. Hoy en día, los sensores detectan el tipo y la cantidad de la carga automáticamente y se ocupan también de una limpieza óptima con un consumo mínimo de electricidad y de agua. En los mejores aparatos bastan 7 litros por ciclo de lavado.
Preste atención a la hora de sustituir los aparatos usados
Sustituya los aparatos con más de diez años por aparatos nuevos que ahorran energía. Un mejor aislamiento, una selección de programas optimizada y nuevas tecnologías no sólo permiten ahorrar electricidad y agua, sino que simplifican notablemente el trabajo y permiten disfrutar más de este nuevo entorno de trabajo. En cualquier caso, antes de comprar compruebe la etiqueta independiente sobre energía. Hoy en día, los mejores aparatos cumplen la clase de eficiencia energética A+. A la larga, los aparatos más baratos no son necesariamente la alternativa más económica.