Por estudiococinasdc
Publicado el día 28 marzo 2025
A la hora de reformar una cocina, una de las preguntas más habituales es si elegir un diseño de cocina abierta o cerrada, tomar esta decisión es muy importante ya que marcará no solo la estética de tu hogar, sino también su funcionalidad y la manera en que interactúas con el espacio. Además, es una elección para muchos años, ya que una cocina no se reforma con frecuencia.
¿Prefieres una cocina integrada en el salón, que fomente la amplitud y la convivencia, o una independiente, que ofrezca mayor privacidad y control de olores? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, y la elección dependerá del estilo de vida, el uso que se le dé al espacio y las necesidades de cada hogar.
En este artículo, analizamos las ventajas y desventajas de cada alternativa para intentar ayudarte a tomar la mejor decisión.
Una opción a tener en cuenta al reformar la cocina es optar por una cocina abierta, eliminando el tabique que separa este espacio del comedor, el salón o incluso de una zona de paso como el pasillo. La distribución de una cocina abierta es clave para conseguir un espacio funcional y organizado. Es esencial separar bien las distintas zonas para asegurar que la cocina siga siendo práctica y cómoda de usar.
Para integrar visualmente la cocina con el comedor o el salón, y al mismo tiempo mantener una separación funcional, existen varios elementos que se suelen emplear. La península o isla no solo actúan como elementos diferenciadores entre las zonas, sino que también amplían el espacio de trabajo, proporcionando más superficie de encimera y almacenaje. Otra opción es la barra, que puede utilizarse para comer y también ayuda a separar visualmente la cocina del salón o comedor. En algunos casos, se opta por una pared o puerta corredera de cristal, que no solo delimita los espacios, sino que permite que la luz fluya entre las estancias, creando un ambiente más luminoso y abierto.
√ Amplitud, ganas más espacio
Si tu cocina es pequeña, abrirla hacia el salón o comedor es una de las mejores soluciones para ganar sensación de amplitud. Al eliminar los tabiques que dividen los espacios, se crea un entorno más fluido y homogéneo, haciendo que las estancias parezcan más grandes y luminosas, incluso si los metros cuadrados no aumentan.
√ Luminosidad
Las cocinas abiertas suelen disfrutar de más luz natural, ya que al derribar el tabique que las separa de otros ambientes, se permite que la luz fluya libremente por todo el espacio. Esto no solo hace que la cocina se vea más iluminada, sino que también contribuye a una atmósfera más acogedora y agradable.
√ Facilita la comunicación, mayor interacción
La cocina abierta no solo optimiza el espacio, también mejora la interacción familiar. Este concepto fomenta la comunicación, permitiendo que quienes cocinan puedan estar en contacto visual y verbal con el resto de la familia o invitados. Es ideal para disfrutar de los momentos compartidos, como preparar la comida juntos o simplemente charlar mientras se cocina, convirtiendo la cocina en un espacio central para la vida diaria del hogar.
√ Los olores
Es cierto que al cocinar, los olores tienden a llenar la casa, y no todos son agradables. Este suele ser uno de los motivos que genera dudas cuando se plantea una cocina abierta. Sin embargo, la solución a este inconveniente es sencilla, elegir una buena campana extractora. Un modelo eficiente eliminará rápidamente los olores y vapores.
√ Los ruidos
Otro factor a tener en cuenta son los ruidos que genera la actividad de la cocina abierta, desde el sonido de la campana extractora hasta el de los electrodomésticos como el lavavajillas o la lavadora. Cuando la cocina está abierta al salón o al comedor, estos ruidos pueden molestar a quienes descansan o trabajan en esas zonas. Es importante considerar estos aspectos si la tranquilidad en el hogar es una prioridad.
√ El desorden a la vista
Una cocina abierta exige un mayor control sobre el orden. En una cocina cerrada, el desorden queda oculto, pero en una cocina abierta, cualquier desorganización se vuelve visible para los demás.
√ Falta de intimidad
Si eres de los que disfruta de cocinar en silencio y concentración, o prefieres momentos de tranquilidad para tomarte un café a solas, una cocina abierta podría no ofrecerte esa opción. Al estar integrada con el salón o el comedor, cualquier momento de privacidad puede verse interrumpido por la presencia de otros miembros de la familia. Si la intimidad en tus momentos de relax es importante para ti, una cocina cerrada podría ser una mejor opción.
Las cocinas cerradas son las tradicionales, aquellas que se encuentran separadas del resto de las estancias de la casa, lo que proporciona un extra de privacidad. Este tipo de distribución permite que, al cerrar la puerta, nadie pueda ver lo que estás haciendo en la cocina, ni el desorden que pueda generarse durante el proceso de cocción. Si tienes utensilios por recoger o platos por lavar, no te preocupes, ya que el resto de la casa no será testigo del caos momentáneo. Esta separación no solo ofrece comodidad y privacidad, sino que también ayuda a mantener el orden en la zona de trabajo sin que los demás espacios de la casa se vean afectados por el desorden temporal. Además, las cocinas cerradas pueden ser perfectas para quienes buscan disfrutar de su tiempo de cocina sin interrupciones o distracciones.
√ Aislamiento de olores, humos y ruidos
Las cocinas cerradas permiten mantener los olores, los humos y los ruidos derivados de la cocción, como los que produce la campana extractora o los electrodomésticos, aislados del resto de la casa. Esto contribuye a un ambiente más limpio y tranquilo en las estancias comunes.
√ Distribución cocina
Al no estar vinculada al salón o al comedor, la cocina cerrada ofrece otras opciones para la distribución del espacio. Se pueden elegir configuraciones como la forma en U, en L, de dos frentes o lineal, lo que facilita la optimización del espacio disponible.
√ Diseño independiente
Al tratarse de una estancia separada, no es necesario que la cocina siga el mismo estilo o diseño que el salón o el comedor. Esto te permite personalizar la cocina según tus gustos y necesidades sin la obligación de que combine con el resto de la vivienda.
√ Mayor privacidad
Al poder cerrar la puerta, se garantiza que nadie podrá ver lo que estás haciendo en la cocina, ni el desorden que pueda haber, lo que proporciona un plus de privacidad en todo momento si así lo requieres.
√ Menos luminosidad
Si la cocina está situada en el interior de la vivienda o tiene una ventana pequeña, la falta de luz natural puede ser un problema. En estos casos, será necesario recurrir a la luz artificial, lo que conlleva un aumento en el consumo energético.
√ Espacio más limitado
En cocinas cerradas pequeñas, la falta de espacio puede hacer que la circulación sea más difícil, lo que puede generar una sensación de claustrofobia. Además, el espacio limitado hace que sea complicado incorporar nuevos elementos o electrodomésticos sin que la cocina se sienta aún más estrecha.
√ Reduce la interacción social
A diferencia de las cocinas abiertas, las cocinas cerradas limitan la interacción social. Al estar separada de otras estancias, como el salón o el comedor, la comunicación con los demás miembros de la familia o invitados mientras cocinas se ve reducida. No podrás disfrutar de momentos compartidos mientras trabajas en la cocina, lo que puede hacer que te sientas desconectado del resto del hogar.
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