Por estudiococinasdc
Publicado el día 18 enero 2020
Puede que si oímos hablar de cocinas de estilo marinero pensemos irremediablemente en la playa y en la cocina de algún apartamentito costero, pero lo cierto es que esto no tiene por qué ser así, ya que el estilo marinero tiene también su sitio en el diseño de interiores, sin necesidad de que debamos tener una propiedad a orillas del mar. Y es que el estilo marinero es un habitual en decoración por distintos motivos, entre ellos su elegancia y calidez, así como por la alegría que aporta a cualquier espacio ese aire de vacaciones y de bienestar que solemos asociar habitualmente al verano y a la naturaleza.
Una cocina de estilo marinero, bien planificada, puede ser un remanso de paz al igual que una rústica, y puede dotar al espacio de mucha luminosidad y frescura, como la de una tarde en la playa a orillas del mar. Además, eligiendo adecuadamente los muebles y los materiales podremos conseguir espacios en la cocina igual de funcionales y acogedores que en cualquier otro estilo, solo que con una nota de encanto todavía mayor. Por supuesto, los tonos blancos y azules no pueden faltar, como vemos en esta cocina, pero tampoco materiales tan actuales como las maderas blanqueadas, al puro estilo californiano.
Si además tenemos la suerte de que nuestra cocina tenga unas vistas increíbles al mar, deberemos incidir todavía más en algunos detalles a la hora de estructurar y decorar, como el procurar que la zona de trabajo pueda estar cerca de las ventanas y puntos de luz natural como vemos en esta otra cocina. Si además queremos incorporar algún otro estilo, como el retro o vintage sin renunciar al marinero, la clave estará en dar con esos detalles que pueden combinarse a la perfección en diferentes estilos, como pueden ser los tiradores de hierro o metal plateado que se han utilizado en estos muebles, combinados con materiales que inspiren también la naturaleza, como las maderas y las cerámicas en tonos claros.
Pero lo que sí es cierto es que cuando elegimos un estilo tan personal como el marinero, debemos tener mucho cuidado de no pasarnos con los detalles náuticos o de no sobresaturar todo con la misma temática, es decir, que debemos saber combinar y dosificar evitando que todo se vuelva monotemático y pierda encanto. Por eso no debemos dudar en introducir algún detalle o toque de otro estilo, o en introducir notas discordantes, como puede ser el romper el blanco con sillas de diferentes zonas y tonos, dentro casi todos del espectro del azul, como se ha hecho en esta cocina con comedor y salida a la propia playa.
Está claro que el color azul es un infalible en la decoración de estilo marinero pues es el color del mar y de ese cielo de verano que da luz a los mejores días de playa, pero no tiene por qué ser el único. Se trata siempre de ser sutiles y de no tener miedo a introducir otros tonos o notas que rompan con esa idea preconcebida de que el estilo marinero deba ser siempre igual a azul. ¿Qué tal trasladar el protagonismo del azul al blanco y al rojo, que también es un color navy? Pues eso es precisamente lo que se ha hecho en esta fresca y simpática cocina de estilo marinero, en la que se ha apostado por detalles en los que predomina el rojo, como el mantel, el telar de la pared y otros pequeños detalles repartidos por la encimera, así como por la naturalidad del roble claro y de la madera blanca en un resultado fantástico.
En definitiva, si queremos incorporar el estilo marinero a nuestra cocina debemos apostar siempre por usar el color azul en pequeñas cantidades, para que recordar el mar sea eso mismo, una sutil evocación. Usando pequeñas pinceladas de esos colores tan náuticos, entre los que también se encuentra el rojo así como otros matices, como los tonos tierra naturales o los turquesa, conseguiremos dar a una cocina un aire nuevo y fantástico totalmente moderno y rompedor, como se ha conseguido en estas dos cocinas de estilo marinero de ensueño.